La botella
de Leyden es un dispositivo eléctrico realizado con una botella de vidrio
que permite almacenar cargas eléctricas, siendo la base de los condensadores
actuales.
En 1746, Pieter
van Musschenbroek, que trabajaba en la Universidad de Leiden, realizó un
experimento para comprobar si una botella llena de agua podía conservar cargas
eléctricas. Este
primer condensador consistía en una botella de vidrio parcialmente llena con
agua y tapada con un corcho atravesado por una varilla con uno de sus extremos
sumergido en el agua. El extremo exterior de la varilla tenía forma de gancho,
y cuando se conectaba a una fuente de energía estática la botella se cargaba, y
podía descargarse conectando su borne central a un punto de potencial cero
(tierra). Durante la experiencia un asistente separó el
conductor y recibió una fuerte descarga al aproximar su mano a la varilla.
Un año más tarde
el británico William Watson descubrió que aumentaba la descarga si la envolvía
con una capa de estaño, y Jean Antoine Nollet tuvo la idea de reemplazar el
líquido por hojas de estaño, quedando desde entonces esta configuración de la botella
que se utiliza actualmente para experimentos.
Watson pudo
transmitir una descarga eléctrica de manera espectacular produciendo una chispa
eléctrica desde una botella de Leyden a un cable metálico que atravesaba el río
Támesis en 1747. Las botellas de Leyden eran utilizadas en demostraciones
públicas sobre el poder de la electricidad. En ellas se producían descargas
eléctricas capaces de matar pequeños ratones y pájaros, entre otros animales.
Funcionamiento
La botella de
Leyden permite almacenar cargas eléctricas comportándose como un condensador.
La varilla metálica y las hojas de estaño o aluminio conforman la armadura
interna. La armadura externa está constituida por la capa que cubre la botella.
La misma botella actúa como un material dieléctrico
(aislante) entre las dos capas del condensador.
Empezaremos
llenado la botella de plástico con pelotitas de papel aluminio, apretando muy
bien las pelotitas entre sí dentro de la botella. No debe quedar nada de espacio.
Una vez llena la botella, la cerramos poniendo una pelotita a presión en el tapón, en la cual clavamos un clavo.
Envolvemos la botella por fuera con papel aluminio. Hay que asegurarse que el papel de aluminio del interior no esté en contacto con el papel de aluminio del exterior.
Ahora hará falta cargar la botella, por ejemplo, acercándola a la pantalla de un televisor, donde se crea electricidad estática.Una vez se haya cargado la botella, haz contacto entre el aluminio que envuelve la botella y la cabeza del clavo con un material conductor. Notarás una chispa eléctrica diminuta.
Y un poco más profesional…
Una vez llena la botella, la cerramos poniendo una pelotita a presión en el tapón, en la cual clavamos un clavo.
Envolvemos la botella por fuera con papel aluminio. Hay que asegurarse que el papel de aluminio del interior no esté en contacto con el papel de aluminio del exterior.
Ahora hará falta cargar la botella, por ejemplo, acercándola a la pantalla de un televisor, donde se crea electricidad estática.Una vez se haya cargado la botella, haz contacto entre el aluminio que envuelve la botella y la cabeza del clavo con un material conductor. Notarás una chispa eléctrica diminuta.
Y un poco más profesional…
Se necesita una botella de cristal, para la cual,
se corta un trozo de papel de aluminio, con ella y un rollo de película
fotográfica, se envuelve el frasco. Se coloca en el interior otro trozo de papel
de aluminio. En este punto del experimento podría emplearse pegamento pero
existe el peligro de que los gases liberados en el interior puedan hacer
explotar el frasco.
Luego se
realiza una perforación en la tapa de la botella, introduciéndose en esta un tornillo
y se asegura en la parte interior de la botella con un trozo de alambre que puede obtenerse de un clip.
Este alambre debe hacer contacto con la lámina que se ha colocado en el
interior con un trozo de cable (con varios hilos) y se sujeta en la
parte de arriba del tornillo; a esta parte se le conoce como "cepillo de
colección".
Como generador
se utiliza un tubo de PVC que se frota con un paño o un trozo de tela para
generar electricidad estática.
El aparato se
hace funcionar colocando la botella de Leyden en el borde de una mesa, luego se
debe hacer que el cepillo de colección toque al tubo de PVC, mientras esto se
realiza, se desliza frotando en el paño o tela. El alambre que sale de la
botella de Leyden es una conexión a tierra. Se puede sujetar el frasco por la
parte que tiene la lámina de aluminio y se recibirá una descarga si se toca la
lámina y el tornillo.
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